¡Buenas
recovecos!
Volvemos
una vez más cargados de nuevos rincones que queremos enseñaros. Esta vez nos
vamos fuera de la península. Nos situamos en las magníficas islas Canarias, en
Gran Canaria, donde durante todo el año es verano y nos regalan lugares con
mucha, mucha magia.
Si
alguna vez has viajado a Gran Canaria seguro que conocerás las Dunas de
Maspalomas, Las Canteras, Playa del Inglés, etc. Muchos creen que en la isla
solo hay playas, pero lo que no saben es que tiene rincones escondidos que van
mucho más allá que cualquier playa.
Empecemos
con las maravillas que nos deja Gran Canaria:
1.
Restaurante EL CENTRO, Barranco de Guayadeque
A
parte de su deliciosa carta, el ambiente que crea el restaurante es muy rústico
y acogedor. Es literalmente un restaurante metido en una cueva y es algo a lo
que no estamos acostumbrados a visitar.
Otro
de los motivos por los que tenéis que visitarlo es por su entorno. Está situado en el barranco de Guayadeque,
donde es un lujo poder ver las vistas que nos deja la naturaleza.
2.
Bufadero de Tauro
Si
quieres sentirte como si estuvieras en una isla paradisíaca no puedes no ir al
Bufadero de Tauro. Una preciosa cueva que, cuando baja la marea es apta para
bañistas, formando una preciosa piscina natural y una gruta para bucear.
La
Caldera de Bandama es un cráter volcánico, y si lo que quieres es ver unas
vistas espectaculares de la isla sube a la Caldera de Bandama, que en menos de
100 metros tendrás una visión muy bonita de la mitad de la isla, que abarca
desde la capital, hasta San Mateo y parte del sur de la isla.
La
Presa de las Niñas es una de las presas más grandes de Gran Canaria. Todo aquel
que busque un paraje natural donde pasar el día, encontrará en la presa de Las
Niñas, en el interior de la isla de Gran Canaria, el enclave perfecto. Este
lago artificial está rodeado de pinos canarios. La presa de Las Niñas está
rodeada de leyendas y misterio, si quieres descubrir los grandes misterios que
hay detrás de la presa, ¡no dudes en ir!
El
Pico de las nieves es el pico más alto de la isla. Nos deja disfrutar de las
grandes vistas en las que podemos observar la flora de la propia isla y, a su
vez, la suerte de ver “El Teide” sin la necesidad de viajar a la isla de
Tenerife.
Para
los más deportistas tenéis la oportunidad de subir en bicicleta y relajaros al
llegar hasta la cima.
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